En 1995, Toy Story llegó a los cines por todo el mundo. Era una película simple película, escrita, dirigida y producida por un montón de frikis de la costa oeste estadounidense. La película fue todo un éxito y se convirtió en una franquicia de éxito (este junio llega nueva entrega) y dándole la posibilidad al estudio de crear muchas más historias sorprendentes e imaginativas.
A día de hoy (si me lo permiten los amantes de Ghibli) Pixar es el mejor estudio de animación en activo. Cada nuevo proyecto se convierte en un éxito instáneo, trayendo además muy buen cine.
Y es totalmente incomprensible que Disney no haya estrenado en sala ninguna de sus últimas tres películas.
Para ello, vamos a revisar la taquilla de los 3 últimos títulos estrenados por la compañía, que demuestran su potencia para llevar a gente a cines. Onward, la última película de la compañía que se estrenó en cines, recaudó 141 millones de dólares, estando poco más de dos semanas en carteleras, ya que después se cerraron todos los cines por el comienzo de la pandemia.
La anterior, estrenada en junio de 2019, casualmente Toy Story 4 hizo la friolera de 1.070 millones de dólares, y aún más recaudó la anterior Los Increíbles 2, con 1.243 millones dólares. Estas cifras demuestran su rentabilidad y, que estrenando cualquiera de sus películas en cines podrían revitalizar las salas.
Pero no. No lo hicieron con la obra maestra absoluta que es Soul, estrenada en Disney+ directamente, que bueno, aún siendo más comprensible porque entonces los cines no iban muy bien (la taquilla de Wonder Woman 1984 lo dice todo), pero aún así podría haber funcionado, al menos como estreno híbrido como Raya y el último dragón, Cruella o Viuda Negra (Cines y Disney+ con coste adicional). Pero bueno, pasable de alguna manera.
Pero luego en junio de 2021, Luca vuelve a ir a Disney+ directamente. Fue totalmente incomprensible, porque era una película muy comercial (Soul era más de autor, esta más infantil o abierta al público general), veraniega a más no poder y que podría haber funcionado muy, muy bien en taquilla no se estrenó. Y aquí ya había estrenos que estaban funcionando bien, como Cruella, que a pesar de tener un estreno híbrido no fue mal del todo, y con grandísimos estrenos preparados e inamovibles como Fast and Furious 9 (que se convirtió en la más taquillera por entonces con 700 millones recaudados), VIuda Negra,, Un lugar tranquilo II o El Escuadrón Suicida, que parecían que iban a cambiar las tornas.
Así que nadie entendió por qué Luca no fue a cines. Pero aún así, no quedaba del todo claro cómo funcionaría del todo en salas, semanas previas a que la asistencia a salas fuera medianamente normal con los grandes estrenos dichos antes. Pero lo gordo viene ahora.
Tras el estreno de Luca sin pasar por cines, ya desde Pixar se mostró el descontento a Disney y cómo desanimaba a los centenares de personas que trabajaban en sus producciones. Y desde Disney aseguraron que Red, la siguiente película tendría un estreno 100% en salas. Y como ya sabéis, no fue así.
Sin explicación alguna, la segunda semana de enero, Disney anunció que Red no iría a cines. Algo incomprensible después de tener mucho éxito con películas como Shang-Chi y Eternals, con estreno total en cines, que demostraban que la gente quería volver a salas, y más aún todavía viendo como Spider-Man: No way Home se convertía en una de las películas más taquilleras de la historia en unos tiempos tan difíciles como estos pandémicos.
A día de hoy, casi tres meses después de su estreno y todavía en los Top 10 diarios de taquilla en todo el mundo, Spider-Man: No Way Home lleva recaudados 1.800 millones de dólares, mucho más de lo recaudado por Fast & Furious 7 o Frozen II en tiempos pre-pandémicos.
Por lo tanto, no tiene sentido que Disney no estrene Red en cines.
Ahora ya, refiriéndome al título de este artículo, esto que ha ocurrido con Red demuestra la importancia de estrenar en salas. ¿Por qué, si han sido todo un éxito en Disney+?
La cultura es una herramienta de evasión para la gente que lleva miles de año teniendo esa función, entretener, sacar a la gente de sus casas y hacerla disfrutar un rato y olvidarse de sus vidas.
Más en estos tiempos pandémicos, bélicos y miles de cosas más, la importancia de salir a la calle, de vencer al miedo, de socializar (siempre respetando las medidas de seguridad, claro está) y de entretenerse sigue estando ahí y cada vez con más importancia.
Y aunque las nuevas tecnologías han reinventado este pensamiento, es inconcebible el cine fuera de las salas. No tiene relevancia alguna en la vida, es totalmente innecesario, pero si se creó y aún sigue ahí es porque igual sí que tiene beneficios para nosotros. Las películas están para entretener y disfrutar en una sala de cine y no en un móvil, digan lo que digan.
Ir a los cines es un plan para una tarde de lluvia, un sábado con los amigos o cuando estas sol@ y no sabes que hacer. Y digo cine como podría decir teatro, museos, conciertos, etc.
Por ello, hay que apoyar los estrenos en salas, y hacer entender a la gente desde las distribuidoras lo importante que es ese paso en la cadena de producción. Hacer entender que no se siente igual.
Lo sufrido por Pixar es solo la punta del iceberg de todo lo que está ocurriendo ahora mismo en el mundo del cine. Son cientos las películas que iban a estrenarse en cines y finalmente fueron a plataformas directamente sin pasar por el formato en el que fueron concebidas.
Y la pandemia no es ninguna excusa. No se ha notificado ningún brote de Covid-19 en cines en ningún momento, y no suponen peligro alguno. Yo he ido a salas todo lo que he podido desde la reapertura y en ningún momento me he sentido en peligro. Y la gente ya se da cuenta que la vida sigue e intenta hacer vida normal.
Así que, Disney, desde mi humilde habitación aquí, te pido por favor que Lightyear se estrene en cines.
Red disponible a partir del 11 de marzo en Disney+
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