Aunque la considerable falta de promoción de los últimos estrenos en Netflix probablemente haga que pierda mucha audiencia, Heartstopper se postula como uno de lo éxitos de la primavera. Ya la hemos visto y ha gustado. Tráiler y comenzamos.
Esta serie es una adaptación de una famosa colección de cómics titulada igual que la serie y escritos por Alice Oseman, que aquí trabaja como guionista única y showrunner de la serie, lo que es bastante inusual, porque cuando se trabaja normalmente con adaptaciones, puede tenerse al autor original al guion, pero no es corriente darle el control absoluto de la serie.
Y esto tiene cosas buenas, como las influencias del cómic visualmente (con una dirección a ratos omnipresente y a ratos personal a cargo de Euros Lyn, director de capítulos de series como Doctor Who o Sherlock), pero esto hace que la serie no adquiera toda la potencia que podría haber tenido porque no hay un guionista a parte de por medio para poder llevar los elementos del cómic original a la (pequeña) pantalla, y hacer entender que es diferente escribir para unas viñetas que para cine (en este caso series), que requiere un tratamiento diferente. Y esto se nota constantemente en la serie.
No tiene un buen desarrollo de secundarios, a los que se la da una visión al principio y no cambia a pesar de que pasen cosas (o si cambian es porque sí) y realmente hace que cuando estén en pantalla te importen poco porque desde el guión no se les da esa posibilidad de llamar la atención.
También la falta de explicación en la resolución de los problemas, ya que se plantean cosas, y luego se cierran muy rápido, sin explicar nada y todo felizmente.
Y aquí otra cosa de la serie; es demasiado positivista. Surgen problemas pero se arreglan solos y hacen que la serie carezca de tensión dramática en muchos puntos (tiene en otros, pero no los suficientes para enganchar) y entonces, a veces se pierde el interés por la historia porque realmente pase lo que pase da igual porque se va arreglar por arte de magia.
Hay una cosa que no entiendo que eso, que carezca de tensión dramática ni en los finales de episodio (hay alguna excepción) pero realmente no te da ganas de ver el episodio siguiente, es decir, que no engancha como suelen hacer estas series,
Pero todo esto no importa porque realmente es una serie adolescente, que entretiene, que te hace pasar un buen rato, que al final es lo que busca. Pero creo que podría haber sido algo más teniendo alguna otra persona de por medio en guion o al control de la serie y que podría haber resultado un ejercicio de entretenimiento muchísimo mejor.
Además, se le perdona porque tiene dos grandes protagonistas, Joe Locke y Kit Connor, cuya química es muy buena y que hace que la serie valga la pena, siendo sus escenas solos las mejores de todo el metraje.
Después tiene secundarios realmente pobres, como si estuvieran en modo off del trabajo, aunque no sé si realmente es culpa de los actores o del guion que tenían, pero realmente no me ha gustado ninguno. Cuando estaban en pantalla no me interesaban demasiado y solamente querían que pasan de escena.
Aunque aquí (SPOILER se salva de esto Olivia Colman FIN DE SPOILER) cuyo talento para la actuación es innegable y aunque a penas aparezca en pantalla 10 minutos en toda la serie te roba la atención, aunque llega un punto en el que realmente valoras si valía la pena su participación en la serie, porque te quedas con muchas ganas de ver más de ella, y te echa un poco para atrás al verla tan solo unos minutos siendo la actriz que es.
Realmente tampoco se le pueden sacar demasiadas pegas a la serie por lo que decía, realmente cumple lo que buscaba, que era entretener y eso lo hace generalmente bien.
Entiendo lo que significa esta serie socialmente, pero no creo que haya motivo de adulación, porque realmente se siente como un camino ya recorrido, como no ver nada nuevo más allá de que su pareja protagonista son dos hombres, cosa que probablemente venga ya de los cómics, pero que creo que podría haber sido mejorado en esta adaptación.
Recomendable, pero tampoco cabe esperarse nada nuevo.
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